Son numerosas las conjeturas que se han hecho sobre el origen étnico de estos primeros pobladores, aunque a la vista de todos los datos desde los toponomásticos (hidrónimos como Miera y Trueba), hasta antroponímicos (nombre como Abascal, Lavín, Cobo,…) se apunta a un origen celta., posteriormente fusionado con íberos.
Todos estos pueblos se distinguían por un valor indomable al servicio de su independencia y así lo llevaron a cabo durante siglos, disfrutando incluso de una posición en la baja nobleza como “hijosdalgo” y “hombres buenos”.
Si algo ha diferenciado a los pasiegos ha sido su forzado aislamiento, la conservación de sus costumbres ancestrales y el carácter enigmático que siempre llevan consigo.